12.10.06

Para Los Que No Tienen Memoria...



Como todos sabemos, el 16 de septiembre pasado la mayoría de los delegados
a la convención nacional democrática decidió que AMLO fuera el presidente
legítimo, cuya toma de posesión, como tal, será el 20 de noviembre. Fue
curiosa la reacción de muchos ante este hecho, especialmente de los
publicistas de la derecha y, desde luego, del Partido Acción Nacional.
Todos ellos, sin excepción, intentaron no sólo minimizar la existencia de
un presidente legítimo, en paralelo con el presidente electo recién
dictaminado por el TEPJF, sino que trataron de ridiculizarlo. Y digo que
fue curiosa porque en 1991, el 26 de septiembre, a las 19 horas, los
panistas, entre otros, reconocieron en la Plaza de los Fundadores de la
capital de San Luis Potosí a Salvador Nava Martínez como "gobernador
legítimo" de esa entidad de la
Federación. Horas antes, a las 14 horas de ese mismo día, en un recinto
cerrado y resguardado por efectivos militares, Fausto Zapata Loredo rendía
protesta como gobernador "legal" del mismo estado, en presencia de Carlos
Salinas de Gortari y en una ceremonia tan breve como precipitada.

Muchos de los críticos de AMLO en 2006 fueron en 1991 entusiastas
simpatizantes de la candidatura de Nava, apoyada por una coalición entonces
considerada sui generis, formada por el Frente Cívico Potosino, el PRD, el
PAN y el Partido Demócrata Mexicano de origen sinarquista y ya
desaparecido. Se trató de la Coalición Democrática Potosina. La elección se
había llevado a cabo el 18 de agosto de ese año. En esa elección, como en
la de 2006, fue evidente que el gobierno había actuado como juez y parte, y
los observadores de entonces concluyeron que la equidad había estado
ausente en el proceso y que los comicios no habían sido transparentes ni
creíbles.

Rafael Reygadas, en su libro Abriendo veredas (capítulo 4), escribió: El 26
de septiembre, el mismo día de la toma de posesión de la gubernatura por
parte de Fausto Zapata, el Informe Final del Proceso de Observación
Electoral de las elecciones en San Luis Potosí señaló:

"La mayor parte de los medios de comunicación potosinos no cumplieron con
su obligación de informar objetivamente a los ciudadanos de las opciones y
de las propuestas políticas existentes... la televisión y la mayoría de la
prensa escrita tuvieron una clara parcialidad a favor de los candidatos del
PRI... (Esto) demostraría que dejó de ser una televisión de estado y se
convirtió en una televisión de partido... también fuimos testigos que
funcionarios gubernamentales intimidaron a ciudadanos o utilizaron la ayuda
económica para favorecer a los candidatos del Partido Revolucionario
Institucional. Hemos documentado incidentes de este tipo en poblados de la
Huasteca, la zona Pame, Moctezuma y Matehuala. Recogimos asimismo
evidencias, en diversas partes de la entidad, que demuestran que se
utilizaron recursos,
oficinas y vehículos oficiales (como el DIF) para hacer campaña a favor de
los candidatos del mismo partido..."

Cámbiesele al texto anterior PRI por PAN y en lugar de DIF escríbase
Secretaría de Desarrollo Social, y el párrafo parecería escrito por los
furiosos y desbocados lópezobradoristas en 2006, pero no fue así. Lo que
ocurre es que los panistas de hoy, sus publicistas por conveniencia y
oportunismo, y varios cardenistas en el PRD tienen mala memoria.

Es pertinente recordar también que Fausto Zapata no pudo entrar en sus
oficinas, pues los navistas (incluidos los del PAN) se instalaron en la
parte frontal del Palacio de Gobierno en la Plaza de Armas de la capital.
Fue un plantón. En paralelo, el 28 de septiembre, Salvador Nava encabezó
una marcha a pie a la ciudad de México. La protesta contra el fraude y la
imposición no se hizo esperar y a mediados de octubre el gobierno federal
propuso un gobernador interino al tiempo que hacía renunciar a Zapata,
quien había sido elogiado por Salinas en su toma de posesión. El gobernador
legítimo, es decir, Salvador Nava, no fue criticado por ostentarse como tal
por decisión de los presentes en la Plaza de los Fundadores, sino apoyado
por muchos que ahora sufren de amnesia. Tampoco fue puesto al frente del
gobierno de su estado, pero sí logró lo que ahora le critican a López Obrador como uno
de sus propósitos: que el gobernador espurio (léase ahora presidente
espurio) se quedara en el palacio de cantera rosada del siglo XVIII. Habrá
que reconocerle a Salinas más oficio político que a Fox, lo que no es
mucho.

No deja de ser curioso que siendo Cárdenas presidente del PRD en 1991,
cuando Nava fue declarado en la plaza pública gobernador legítimo, ahora
diga, haciéndose eco de Luis Villoro (como cita en su carta a Elena
Poniatowska), que "muchos no podemos estar de acuerdo con nombrar un nuevo
presidente en rebeldía. Esto rompería, aunque sólo fuera simbólicamente, el
orden constitucional. Para sostener una amplia y permanente oposición lo
que menos necesitamos son actos provocadores". Y es curioso porque no sólo
hay implícita una defensa del orden constitucional que se quiere cambiar y
que el mismo Cárdenas dijo que debía sufrir cambios, sino que le parezca
una provocación que pondría en riesgo el sostenimiento de "una amplia y
permanente oposición". En el mejor de los casos, esta crítica de Cárdenas
revela que hay dos puntos de vista distintos sobre lo que debe ser "una amplia y
permanente oposición". Para Cárdenas ésta debe darse, según sus hechos y
dichos, dentro de las instituciones y no desconociéndolas; para López
Obrador no, sino en todos los frentes: en los institucionales y en los no
institucionales.