Tras La Traición…La Tormenta o El Abismo.

Si algo caracteriza a la clase política mexicana contemporánea es su total falta de perspectiva histórica a la hora de tomar decisiones trascendentales que afectaran la vida de los millones de mexicanos que todavía se esfuerzan por seguir viviendo en este país y que, lo quieran o no los señores del dinero y aun con todo el rencor conque puedan ser tratados por esta “clase política”; no podrán salir huyendo al extranjero con todo y el gris panorama que nos presenta el seguir viviendo dentro de nuestras fronteras. La válvula de escape tiene sus limites y muchos millones, a pesar de los pesares, aquí se van a quedar y aquí reclamaran lo que es suyo.

Estas semanas que se avecinan llegan con promesas y amenazas para la vida política de México. La historia como bien se sabe no es una ciencia exacta pero aun así podemos aceptablemente dilucidar un campo de posibilidades dentro del cual puede rodar su implacable rueda. No esta de mas mencionar que un político que no sabe leer y entender su momento histórico esta condenado a ser arrojado al basurero de la historia, ahí donde habitan los que fueron vencidos y finalmente olvidados.

Comencemos por la fecha mas próxima, el 1 de septiembre con su ya maltrecho y arrastrado informe presidencial. Primer punto critico al que tendremos que enfrentarnos los mexicanos. Como un sistema en equilibrio metaestable, la mera existencia de la presidencia usurpadora de Calderón y sus instituciones corrompidas esta colgada de un alfiler, el menor movimiento en falso y todo caerá por los suelos. Debiera ser papel fundamental del Movimiento Democrático buscar las condiciones para que esto suceda y así participar activamente en la construcción de la historia. Porque los poderes fácticos no darán el paso en falso por su simple iniciativa, esperar que la clase dominante en un momento de la historia que le es adverso simplemente acepte negociar su salida es construir un mundo de fantasías. El sistema de explotación y tremendas injusticias en el que actualmente vive el país, impulsado por globalización distorsionada y salvaje que incendia al mundo, no va a desaparecer por mera negociación con los poderes que todo pisotean y venden. Contrario a lo que predican los jilgueros de la “Nueva Izquierda” las cosas en el país no se van a arreglar simplemente negociando y pugnando porque la situación esté un poquito menos peor, mientras ellos pueden seguir haciendo política a la antigüita como si nada pasara, como si el país estuviera instalado en la democracia (si ni siquiera llegamos a eso a lo que le dicen “democracia representativa”) y todo fuera cuestión de ir ajustando unos cuantos tornillos a la maquinaria social. Desgraciadamente la realidad es otra y mucho mas dramática estos días. México necesita cambios profundos en toda la extensión de la palabra. México necesita una Revolución y con todo el susto que esta palabra pueda causar a la “Nueva Izquierda” instalada en el closet de los 90’s y su miedo a las definiciones claras, en México actualmente se gesta un movimiento revolucionario a lo largo y ancho del país. Un movimiento empeñadamente pacifico que aun no rompe un vidrio en ninguna importante avenida, un movimiento que ha venido buscando mantener y acrecentar su presencia en el país con una sonrisa en la boca y así con esa sonrisa mantiene aun la esperanza de que la opción electoral habrá de darles la revancha en un mediano plazo. ¿Pero que pasa con el partido que habría de ser el brazo político y la vanguardia de esta Revolución? ¿Donde esta la definición política y en la acción del Partido de la REVOLUCION Democrática?. Nos encontramos con un partido semi-secuestrado, con un partido dominado por negociadores y mercaderes del poder que han perdido cualquier perspectiva histórica de lo que sucede. Nos encontramos con la noticia que el 1 de septiembre prometen que habrá informe legitimador del usurpador Calderón (!!) . Pretenden desdeñar el primer punto critico al que nos enfrentaremos en unos días. Incluso se pavonean algunos diciendo que se han apagado los focos rojos en San Lázaro gracias a los acuerdos cupulares pero olvidan que esto implica encender los focos rojos en el país. Cunde la alarma en la resistencia organizada y sus millones de simpatizantes. Lo que debió haber sido un desprecio y reto frontal de los representantes populares en el congreso de la unión a los poderes fácticos, de manera digna y enérgica, pero aún pacifica; promete ahora en boca de ellos mismos convertirse en traición al pueblo conciente y revolucionario. Se pretende dejar de lado una oportunidad de oro de confrontación abierta aunque aun institucional que podría abrir una brecha hacia el rompimiento del endeble equilibrio de la usurpación que sostiene a la derecha en el país. De seguir las cosas como se han planteado hasta ahora este abanico de posibilidades se cancelaría y la historia rodaría por otra senda. Cabe preguntarnos ¿A que nos llevara esta nueva traición de la “Nueva Izquierda”?. Cegados por sus mismas mentiras, sus dirigentes no se cansan de gritar a los cuatro vientos que lo único que buscan es acrecentar la representatividad del partido, que quieren gustarle mas a la gente, que quieren acercarse mas a la clase media (por cierto minoritaria en un país de pobres) que quieren verse como lo que no son ( o tal vez desearían ser) para así gustarle hasta a los Sinarquistas y a Servitje si es posible. No seria descabellado aventurar que incluso se atrevieran a proponer el uso de banderas blanquiazules en las concentraciones para mimetizarse así en una concentración del PAN y no molestar a Espino y su comitiva. O quizás se podrían celebrar misas en la cede del PRD para no causar malestares a Onesimo Cepeda y que haga el favor de mandar algunos votos en la próxima elección. En fin, para estos señores los problemas del país parecieran depender de un concurso de simpatía y buenos modales entre partidos. Modales que por cierto ni la derecha se ocupa en cuidar tanto como los bien portados de la “Nueva Izquierda”. Pero principalmente y sobre todo tristemente, lo que la “izquierda moderna” nos quisiera enseñar es que aprendamos a avergonzarnos de ser lo que somos.

Consumada la traición el 1 de septiembre, este punto critico bien podrá representar el punto final a la opción electoral en el país, por lo menos la opción encabezada por un PRD dominado por la “Nueva Izquierda”. ¿Tienen dudas? Consulten lo que paso en las últimas elecciones estatales dominadas por candidatos “bien portados”. Un desastre. Adicionalmente está traición llevara seguramente al desconocimiento publico de los diputados y senadores traidores por parte de Andrés Manuel López Obrador y de la CND poniendo al PRD en una grave encrucijada: ¿Quien se va y quien se queda? ¿hasta donde seguir juntos? ¿que hacer para evitar la desbandada vil? ¿Le alcanzaran las fuerzas al movimiento democrático y revolucionario para prevalecer sobre la derecha fascista una vez perdido el apoyo político del PRD o lo que quede de el? ¿Es viable formar un nuevo partido, lo permitiría el IFE? ¿Se impondrá el fascismo en México por un largo tiempo? ¿Cerrada la vía electoral que vía es la que se abre? ¿La tormenta o el abismo? Estas son algunas de las preguntas que quedaran en el aire y que con sus respuestas marcaran el camino que ha de seguir la historia del país en los próximos meses…O hasta alcanzar un nuevo punto critico que genere nuevas preguntas y decisiones, por ejemplo, el 15 de Septiembre; fecha en la cual la insurgencia ciudadana sin duda volverá a salir a las calles a defender la dignidad del país y a jugar el papel protagónico en la historia que le corresponde. Serán horas tensas y llenas de incertidumbre respecto a las acciones que se atreverá a llevar a cabo el gobierno usurpador con tal de lograr sacarse la foto en el balcón principal del Palacio Nacional. Y nuevamente la historia reclamara su lugar y el abanico de posibilidades se abrirá en torno a la necedad o mínima cordura de un gobierno de facto, débil y sin posibilidades reales de remontar en el reconocimiento ciudadano. ¿Se atreverá Calderón a dar el grito en Palacio Nacional? ¿Cerraran el Zócalo con vayas para llenarlo de acarreados? ¿Lo permitirá el movimiento democrático ciudadano? ¿De que calidad y numero será la movilización ciudadana el 15 de Septiembre? ¿O será desde el 14…desde el 13? ¿Se caerá en alguna provocación? ¿Se atreverán a reprimir con tal de sacar la foto? ¿Quien dará el grito en el edificio del antiguo ayuntamiento?.

Sin duda de la incertidumbre que ahora rodea al 15 de Septiembre abran de nacer respuestas a estas y otras preguntas que abrirán nuevamente paso a la historia y su curso implacable, siempre de la mano de sus eternos guías; los hombres y sus decisiones.

Omar Vargas